En la primera mitad del siglo XX, París era la capital mundial de las artes, el hogar de las vanguardias al que acudían artistas e intelectuales de todo el mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar del creciente atractivo de New York, seguía siendo a París, y para muchos a ningún otro lugar, adonde había que ir para formarse, crear, exponer, confrontar la propia obra con la de los demás y escribir la historia del arte.

En 1955, Cruz-Diez viajó por primera vez a Europa: a Barcelona y luego a París. Allí conoce a Soto, con quien mantiene una amistad desde sus talleres. De vuelta a Caracas, Cruz-Diez crea sus primeras Physichromie y Couleur Additive. Ante la falta de interés por estas obras, Cruz-Diez decide trasladarse a París con su familia. En 1960 llega a Francia en busca de visibilidad internacional.

El Labyrinthe de Transchromie B (1969/2017) que se presenta en la exposición es una continuación directa de los primeros entornos diseñados por Carlos Cruz-Diez en 1965, en concreto del Proyecto de Entorno de Color Sustractivo que desarrolló en 1969. La obra se inspira en su título: Transchromies (literalmente "a través del color") un viaje que transforma y transfigura la realidad circundante. Los distintos paneles translúcidos y coloreados permiten al espectador descubrir composiciones geométricas y gamas cromáticas que se renuevan constantemente en función de la luz ambiente y de los movimientos dentro de la obra.

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