Las obras que realizo en el ambiente urbano y en el hábitat están concebidas como un discurso plástico que se genera en el tiempo y en el espacio, creando “situaciones” y “acontecimientos cromáticos” que cambian la dialéctica entre espectador y obra. Mis obras no contienen un “discurso referencial”, como era el caso en el arte gótico del Renacimiento, o incluso, de los muralistas mexicanos. El punto de partida de mis obras es diferente, ya que sustituyen el tiempo y el espacio reales al tiempo referencial o transpuesto. Mis obras son el soporte de un evento que evoluciona y cambia.
Cruz-Diez – Paris, 1996
El recorrido diario por los espacios urbanos modifica nuestra personalidad y nos convierte en seres habituales que obedecen reglas que nadie cuestiona. El artista puede crear expresiones efímeras que, al generar acontecimientos totalmente nuevos, transformen la "linealidad" urbana y, al mismo tiempo, inyecten un elemento de sorpresa en la rutina urbana. Estas obras efímeras son una forma de producir lecturas diferentes de los espacios urbanos y de desacralizar los objetos utilitarios del mobiliario urbano.
Cruz-Diez – L’Été Marseillais, Francia, 1989
"Vivimos en un mundo en el que todos nos equilibramos constantemente entre el gregarismo y la intimidad. Se trata de crear obras que respondan a estas dos situaciones, que remitan de una a otra, que nos descansen de lo colectivo cuando es necesario (así mis piezas individuales) y que nos curen del aislamiento cuando ya no lo deseamos (así mis recorridos cromáticos y cromointerferencias que sugieren aplicaciones arquitectónicas, en el espacio libre de la calle).
Cruz-Diez – Carlos Cruz-Diez et les trois étapes de la couleur moderne, Jean Clay, 1969